LA INQUISICIÓN o TRIBUNAL DEL SANTO OFICIO.

LA INQUISICIÓN era un tribunal eclesiástico constituido para perseguir  y castigar la herejía a la que se la considera un delito. Inquisición significa investigación y en ese tribunal era el propio juez  quien debía proceder a averiguar el grado de herejía. Históricamente distinguimos dos tipos de Inquisición, una medieval (Inquisición vieja) bajo la directa dependencia del Papa y otra española (Inquisición Moderna), establecida a partir de los Reyes Católicos. La Inquisición medieval remonta sus orígenes al siglo XII y persigue fundamentalmente a los cátaros, a quienes el conde Ramón V de Tolosa les daba pena de muerte. Pedro II de Aragón (1197) les confiscaba sus bienes y los expulsaba de su reino. Estas medidas marcan el inicio de la Inquisición que unidas a las del papa Alejandro III en el Concilio de Letrán (1179). y las del papa Lucio III en el Concilio de Verona (1184) cuya decretal "Ad abolendam" se considera ya el inicio de este tribunal pues prescribe el paso de los herejes contumaces a la jurisdicción civil y se pide que los obispos intervengan contra los sospechosos de herejía. Ya tenemos pues el esbozo: aparato religioso y civil. El papa Gregorio IX en su bula "Excommunicamus" (1231) postula la pena de muerte para los herejes que debía ser en la hoguera y aplicada por el brazo secular o poder civil, esa es la relajación. Inocencio IV legaliza la tortura en "Ad extirpanda (1252). A medida que aumenta la herejía cátara se aumentan los legados pontificios con el fin de conocer las causas de fe como auxiliares de los obispos y se utiliza a las órdenes mendicantes de los dominicos y franciscanos como agentes de la Inquisición. En Aragón, la Inquisición vino preparada por los edictos de Jaime I (1226) inspirados por su confesor  Raimundo de Peñafort. Ya en el Concilio de Tarragona de 1242 se introdujo. Pronto se elaboró un manual para inquisidores por R. de Peñafort aunque el que más éxito tuvo fue el del inquisidor gerundense Nicolás Eymerich, "Directorio de inquisidores". Las penas eran la muerte o la excomunión a los relapsos (reincidentes) y cárcel perpetua , abjuración, penitencia solemne, reclusión etc. Esta vieja inquisición no actuó en Castilla donde ya el código de las Partidas y el Fuero Real se condena por herejía con la pena de muerte.
     La Inquisición moderna o real o castellana vino posteriormente. El nuncio papal Nicolao Franco que presidía un Concilio en Sevilla (1478), inició los trámites  conjuntamente con el obispo de Osma, Francisco de Santillana, y solicitan al Papa Sixto IV la bula "Exigit sincerae devotionis" de 1.11.1478, por el que da origen al tribunal, justificándola por las desviaciones de los judíos conversos. El tribunal tenía a su frente un Inquisidor General que a los pocos años fue también el presidente del Consejo de la Suprema y General Inquisición (1483) nombrado por el rey y confirmado por el Papa. La Inquisición persiguió a conversos, moriscos, luteranos, iluminados, alumbrados, brujas, hechiceras, sodomitas (pecado nefando), solicitantes, blasfemos etc. pero también fue usado con fines políticos como en el caso de Antonio Pérez, secretario del rey Felipe II o en el caso del arzobispo Carranza (enfrentamiento con el Vaticano). La actuación del tribunal se basaba en un proceso lento y complejo. Primero se promulgaba el llamado "Edicto de Gracia" o periodo de 30 a 40 días para autoinculparse o denunciar los casos conocidos; admitía el tribunal la delación oculta, no se conocía al denunciante ni el denunciado sabía en principio de qué se le acusaba; un calificador, generalmente un teólogo, medía el grado de desviación herética y el reo era torturado (garrucha, potro, ingestión de agua, fuego etc.). Se les  atormentaba desnudos y a las mujeres tapadas con  "los paños de la vergüenza". Tras la delación venía el sumario, la calificación, el encarcelamiento, la audiencia (donde se les obligaba a decir el credo, el pater noster, los artículos de fe etc.), los cargos y acusación, la tortura ("ad eruendam veritatem") para averigüar la verdad, la acusación , la defensa, la prueba, la publicación, la calificación para sentencia y la sentencia que debía ratificar "la Suprema" y podía ser de "levi", de "vehementi", confeso o relapso. La lectura de sentencias se hacía en el auto de fe. Iban los condenados ataviado con el sambenito , coroza, vela verde, soga al cuello etc. A partir del s. XVIII el tribunal decae. José Bonaparte el 4 de diciembre de 1808 lo suprime. Las Cortes de Cádiz lo suprimen el 23.02.1813 y Fernando VII lo repone el 5 de mayo de 1814 pero en 1820 es suprimido otra vez (Trirnio Liberal) y María Cristina lo suspende definitivamente el 5 de julio de 1834. El tribunal también se instaló en America hispana  por Real Cédula de 1569 con tribunales en México, Cartagena y Lima.
     El cargo de inquisidor general recaía en un eclesiástico. El primero fue Tomás de Torquemada (1483-1498), al que siguió Diego de Deza (1498-1507) etc. El último inquisidor, número 44 de la lista fue Jerónimo Castellón y Salas (1818).

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