EL TRIENIO LIBERAL O CONSTITUCIONAL (1820-1823)

D) EL TRIENIO LIBERAL O CONSTITUCIONAL (1820-1823).
     -EL PRONUNCIAMIENTO DE RAFAEL DEL RIEGO NÚÑEZ. Este militar, Riego, comandaba las tropas destinadas a sofocar la sublevación de las colonias americanas y en las Cabezas de San Juan el 1 de enero de 1820 se pronuncia a favor de proclamar la Constitución de 1812; los sublevados pasan a Arcos de la Frontera, detienen al general en jefe de las tropas expedicionarias, conde de Calderón y se adueñan del arsenal de la Carraca sin apoderarse de Cádiz; de allí marchan a Algeciras, Málaga y Córdoba. El movimiento hubiera fracasado de no ser porque varias ciudades de España lo secundaron. Para sofocar la  sublevación el gobierno mandó un ejército al mando del conde de la Bisbal pero éste en Ocaña se pronunció a favor de la Constitución añadiéndose a esta corriente muchas ciudades como Tarragona, Segovia, Barcelona, Pamplona etc. triunfando el movimiento cuando Riego pensaba ya exiliarse en Portugal. Ante esta situación Fernando VII, siempre acomodaticio a las circunstancias, declaraba que "siendo la voluntad del pueblo, me he decidido a jurar la Constitución promulgada por las Cortes de 1812". Y el general Ballesteros, jefe militar de la Zona Centro informaba que también estaba a favor del movimiento insurreccional. Pronto, el 9 de marzo, Fernando VII se adhiere al mismo movimiento, decretando la abolición de la Inquisición, la libertad de los presos de opinión y la vuelta de los desterrados y en un manifiesto proclama que había jurado la Constitución y que sería su más firme apoyo justificándolo porque así lo exigía la civilización europea, la voluntad general y terminaba  con la famosa frase "Marchemos francamente, y yo el primero por la senda constitucional; y mostrando a la Europa un modelo de sabiduría, orden y perfecta moderación en una crisis que en otras Naciones ha sido acompañada de lágrimas y desgracias, hagamos admirar y reverenciar al nombre Español, al mismo tiempo que labramos para siglos nuestra felicidad y nuestra gloria". Mientras los liberales cantaban el "Trágala" una de cuyas versiones decía: "trágala o muere tú servilón, tú que no quieres Constitución".

     -CONSECUENCIAS DEL PRONUNCIAMIENTO. Además del acatamiento constitucional por parte del rey, se crea una Junta Provisional (9 de marzo de 1820) para propiciar un cambio político poniendo en vigor las reformas políticas, económicas y sociales de las Cortes de Cádiz, vuelta al constitucionalismo de los  ayuntamientos, que las provincias y diputaciones pasasen a  ser gobernadas por jefes políticos en lugar de los capitanes generales; implantación de la libertad de imprenta, creación de un nuevo Consejo de Estado; puesta en vigor de la ley de supresión de los señoríos; supresión de la Inquisición etc. Se formó un nuevo gobierno, 18 de marzo, con la entrada de liberales que por haber estado sus componentes en la cárcel el propio Fernando VII lo tildaba de "gobierno de los presidiarios". En Gracia y Justicia nombró a Manuel García Herrero; en Hacienda a José Canga Argüelles; en Gobernación de la Península a Agustín Argüelles y en Estado a Evaristo Pérez de Castro. Frente a ellos los absolutistas van apoyando la contrarrevolución y en este grupo situamos al propio rey, a su hermano Carlos y su esposa María Francisca, al marqués de Mataflorida, Bernardo Mozo de Rosales, al general Eguía, duque del Infantado, Ugarte etc. Mataflorida consiguió su mayor éxito al establecer en agosto de 1822 la REGENCIA REALISTA DE URGEL que pretendía gobernar el reino en nombre de Fernando VII al que consideraban cautivo de los liberales; y su clandestina actividad contrarrevolucionaria abarcaba Aragón, Castilla la Vieja, Murcia y Cataluña. El general Eguía otro destacado absolutista actuó en el País Vasco y Navarra; en Galicia actuó su Junta Apostólica cuyo nombre está determinado por haberla puesta bajo la  advocación del apóstol Santiago y estaba compuesta por militares retirados, clérigos, propietarios agrícolas y funcionarios. En la parte meridional de España actuaban las confluencias catalizadoras del movimiento contrarrevolucionario y al parecer dependían orgánicamente de una Confidencia Central General de la Corte que dirigía Antonio Ugarte auxiliado por Santiago Gómez de Negrete y Juan Agudo Muquiz. Podemos establecer cuatro niveles de organización contrarrevolucionaria: en la cúspide encontramos al propio Fernando que es quien aprueba los planes y financia las operaciones, en un segundo nivel están los directivos ejecutivos como Ugarte en Madrid y Eguía o Mataflorida desde Francia; en un tercer nivel estarían las juntas o sociedades realistas provinciales y locales con el fin de levantar partidas armadas en el campo y en cuarto nivel un grupo de agentes y espías distribuidos por toda España, infiltrados en la masonería, en la Sociedad de los Comuneros y en el liberalismo exaltado como el famoso José Manuel del Regato.

     -LA CONTRARREVOLUCIÓN. Como consecuencia de crear este ambiente  contrarrevolucionario se dieron dos hechos destacables: la conspiración de Matías Vinuesa, que había sido capellán del rey; descubierto en enero de 1821 fue condenado a diez años de cárcel castigo que le pareció poco al pueblo que penetró en la cárcel y lo asesinó a martillazos. El otro hecho es el complot de la Guardia Real del 7 de julio de 1822, las tropas acantonadas en el Pardo marchan sobre Madrid dándose fuertes enfrentamientos cerca de la plaza Mayor de Madrid, les hizo frente la Milicia Nacional, grupos de ciudadanos armados por el Ayuntamiento y el Batallón Sagrado o cuerpo creado para la ocasión dirigido por Evaristo San Miguel. Ambos fracasos pusieron de manifiesto la incapacidad del realismo para derribar  por sí solo el sistema constitucional por eso a partir de ahora se va añadir la petición de apoyo internacional. Como dice el profesor La Parra: "el régimen instaurado en 1820 en España era intolerable (para los absolutistas). Había sido instaurado tras la  rebelión de un grupo de militares traidores a su rey, como dijeron en distintas ocasiones al zar Alejandro I y al canciller austríaco Metternich, se fundaba en una Constitución revolucionaria y en el fondo republicana, se había convertido en ejemplo que había que seguir para los revolucionarios del continente, como se había constatado en Portugal, Nápoles y el Piamonte... España era refugio de los agitadores europeos perseguidos en sus países". Había que liquidar esa situación apelando a los principios que el Congreso de Viena puso sobre el tapete (legitimismo, contrarrevolución, etc.).

    -EL CONGRESO DE VERONA (20.10.1822 - 14.12.1822). La Europa postnapoleónica con el fin de reordenar la situación territorial y política tras años de guerra y predominio francés, bajo la tutela de Metternich canciller austríaco, convoca un congreso en Viena (1815). Allí se pone de manifiesto la necesidad de intervenir cuando en un país hubiese peligro revolucionario. A tal fin se  crea la Santa Alianza por iniciativa del zar Alejandro I a la que se unieron Austria, Prusia y Francia, Inglaterra se quedó al margen. La Santa Alianza se reunió en Verona y el 22 de noviembre con la  asistencia de los emperadores de Rusia y Austria, los reyes de Prusia, Nápoles y Cerdeña, el duque de Toscana, el duque de Parma; Francia envió al conde de Montmorency e Inglaterra envió al duque de Wellington. España no estuvo representada solo la Regencia de Urgel mandó al conde de España. El primer ministro Joseph Villèle era opuesto a una acción militar y pensaba que eran los españoles quienes debían resolver la situación, por  eso apoyó la guerrilla realista y quiso desactivar la absolutista Regencia de Urgel favoreciendo a Eguía para que crease la Junta de Oyarzún, oficialmente la Junta Provisional del Gobierno de España; sin embargo el rey Luis XVIII en su discurso ante la Asamblea Nacional manifestó: "Cien mil franceses, mandados por aquel príncipe de mi familia a quien mi corazón se complace en dar el nombre de hijo mio, están prontos a marchar invocando al Dios de San Luis, para conservar el trono de España a un nieto de Enrique IV y para preservar aquel hermoso reino de su ruina y reconciliarse con Europa". Así se formó un ejército conocido como los CIEN MIL HIJOS DE SAN LUIS, que al mando del duque de Angulema invadirán España con la finalidad de reprimir el liberalismo.
     Los liberales estaban divididos entre los moderados o doceañistas que pretendían reformar la constitución para dar más  atribuciones al rey y crear dos cámaras de representación, una popular y otra -senado- aristocrática y crearon la Sociedad Constitucional a cuyos integrantes se les  llamó"anilleros"; el otro grupo era el de los exaltados que defendían la primacía del legislativo y la movilización popular, formaban parte muchos de ellos de logias masónicas y crearon la Confederación de Comunidades por eso se les conocía  como "comuneros". Y para completar el espectro político mencionamos a los del polo opuesto, o sea los absolutistas, serviles, realistas o facciosos.

     -LOS CIEN MIL HIJOS DE SAN LUIS. Con el fin de poner fin al gobierno proliberal instalado en España tras el pronunciamiento de Riego y reponer a Fernando VII como rey absoluto,  entró en España un ejército de unos 60.000 hombres al mando del duque de Angulema, tal como se había acordado en Verona.. El 7 de abril de 1823 atravesaron el Bidasoa cinco cuerpos de ejército mandados por el duque de Reggio, los condes Molitor y de Bordesoulle, el mariscal Moncey y el príncipe de Hohenlohe. A éstos se les unió un ejército español de 30.000 voluntarios al mando del general Quesada y el conde de España. Para los invasores fue prácticamente un paseo militar pues ni el general Ballesteros ni el conde de la Bisbal jefes del ejército de Aragón y del Centro presentaron batalla. El gobierno mandó emisarios -general Ricardo de Álava y Yandiola- a negociar con Angulema pero no les recibió y la posible solución pactada con el Gobierno liberal fracasó. En agosto los franceses toman el fuerte del Trocadero y en Jaén apresaron a Riego que  posteriormente será ahorcado en la plaza de la Cebada de Madrid. Para evitar que el rey cayese en manos extranjeras el Gobierno le obligó a trasladarse hacia el sur y caso de negarse lo incapacitarían. Fernando una vez más jugó dos cartas, una a través del marqués de Valmediano mandaba unas misivas a Angulema pero a su vez verbalmente le dio instrucciones contrarias a lo que decían las cartas. Ante el avance de las tropas poco podía hacer el Gobierno que permitió por fin que el rey saliese de Cádiz hacia el Puerto de Santa María donde lo recibió Angulema, el duque del Infantado y el ministro Victor Damian Sáez, previamente Fernando VII habia cesado al gobierno constitucional y manifestado que "adoptaré un gobierno que haga la felicidad completa de la nación", con ello se puso fin a la  expedición y Fernnado VII consiguió sus propósitos. Empezaba una nueva etapa que todos conocemos como "Década Ominosa 1823-1833).






-





Comentarios

Entradas populares